jueves, 3 de junio de 2010

De una entrevista a Jan Kersschot

Aún seguía pensando que yo (como Jan) estaba en un camino que me llevaba a alguna parte, creía que tenía que progresar en el sendero espiritual. Seguía esperando la ocurrencia de un evento. Hasta que conocí a Tony Parsons. Durante el primer encuentro, todas mis expectativas se evaporaron simplemente al oír estas tres palabras: “Esto es todo”. La idea de la existencia de una vía quedó desenmascarada allí mismo. Fue como un suave “empujón”. Pero no fue una revelación espectacular. No fue una experiencia mística ni nada parecido. En un momento intemporal, todo quedó absolutamente claro de una manera muy simple y natural. Todo el castillo de naipes se vino abajo, con toda simplicidad y normalidad. Todas las preguntas habían desaparecido.

Jan Kersschot

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